viernes, 18 de marzo de 2011

suturas


Tal vez, como escribe mi admirado Vila-Matas, sea necesario narrar la propia vida para que ésta no sea sólo algo que transcurre. Acaso debamos contarla para comprenderla. Pero una vez contada, narrada, escrita la propia vida, o escritas las de los demás, o la propia a partir de las de los demás, ¿no podría ese texto llegar a convertirse también en algo que tan sólo transcurre? Continúa diciendo Vila-Matas que la vida hay que contarla aunque sea a uno mismo, pero que quedan vacíos al hacerlo, que la narración trata de aplicar suturas, que éstas no son suficientes, que la restitución de la vida es, así, sólo fragmentaria. Acostumbro, lo confieso, a contarme mi vida a mí mismo. En ocasiones se la cuento, o lo intento, a los demás, a los otros. Trato de aplicar suturas. Y sí, todo se queda en algo fragmentario, y me queda la sensación de que esos fragmentos son tan sólo algo que transcurre, algo que se escapa, que se me escapa, a mí, por entre los propios fragmentos. Pero, ya ven, me aferro a ellos, y lo cuento. Aunque sepa que no voy a tratar de comprender nada.

1 comentario:

  1. Las suturas son llagas que me recuerdan cada una de las heridas, cada uno de los silencios, la geografía de tantos sin sabores. Y yo, que aunque camino casi nunca observo, soy incapaz de contarlo. Pero la letanía sigue ahí, golpeando mi pecho.

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