sábado, 19 de marzo de 2011

la espera


Esperándome a mí mismo. A la manera de Guillaume.

Jekyll&Jill me ven de este modo, y así narran nuestro encuentro:

"Hace ya tiempo, refugiada en una librería, me puso, el que susurra, la mano sobre el hombro y así encontré el cuaderno azul, el diario de los gestos; y ya sentada en casa, encontré en él las huellas sobre cada una de las páginas. Después de dejar vacío el asiento, de dejar el cuaderno azul de palabras para las desapariciones, aún tiemblo, con los ojos cerrados, al recordar las palabras, los roces y el azul.

Volví a encontrarme con el que narra sus caminos con las mejores palabras posibles, y con Marcel dancé en aquella soir bleu entre las mesas de mármol y los farolillos de papel. Intuíamos ya, quizá, en aquella tarde azul de arrabal, que no había comenzado aún la ceremonia en la que bailan las gentes para protegerse de la muerte que se acerca, en la que se reviven amores y dramas.

Ya sin mapa y con la herida abierta, quisimos compartir con Guillaume el baile que silba como el huracán, cantar sus esquirlas con palabras nuevas, y crear así la danza de este tiempo que es nuestro.

Así comienza nuestro trayecto".

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